El adormecimiento o sensación de “hormigueo” en los pies y manos es una molestia común que puede ir desde algo pasajero hasta una señal de un problema de salud más serio. Conocer sus posibles causas es clave para tratarlo de manera adecuada y evitar complicaciones.
¿Qué es el adormecimiento?
El adormecimiento se describe como una pérdida parcial o total de sensibilidad, a veces acompañada de hormigueo, picazón o debilidad. Puede ser temporal (por mala postura, por ejemplo) o persistente, indicando problemas en los nervios o la circulación.
Causas comunes del adormecimiento
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Mala circulación
Cuando la sangre no fluye adecuadamente a las extremidades, los nervios no reciben el oxígeno necesario y pueden adormecerse. -
Compresión nerviosa
Permanecer mucho tiempo en una misma posición o presionar un nervio (como en el túnel carpiano o ciática) puede causar entumecimiento. -
Diabetes
La neuropatía diabética daña los nervios periféricos, especialmente en los pies y manos. -
Déficit de vitaminas (como B12)
Las vitaminas del complejo B son esenciales para la salud de los nervios. Su carencia puede causar adormecimiento, debilidad y fatiga. -
Problemas en la columna vertebral
Hernias discales o desgaste de las vértebras pueden afectar los nervios que se conectan con brazos y piernas. -
Esclerosis múltiple o enfermedades neurológicas
Estas condiciones afectan el sistema nervioso y pueden causar hormigueos o pérdida de sensibilidad. -
Uso excesivo de alcohol
El alcohol puede dañar los nervios con el tiempo y causar neuropatía periférica. -
Ansiedad o ataques de pánico
La hiperventilación y la tensión muscular pueden generar sensaciones de adormecimiento pasajero.
Cómo mejorar el adormecimiento de pies y manos
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Mejorar la circulación
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Realiza caminatas diarias o ejercicio moderado.
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Evita permanecer mucho tiempo en la misma posición.
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Masajes y baños con agua tibia pueden activar el flujo sanguíneo.
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Cuidar la postura
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Evita cruzar las piernas por mucho tiempo.
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Usa una almohada ergonómica si el adormecimiento es al dormir.
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Revisar tu dieta
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Aumenta el consumo de alimentos ricos en vitamina B12, B6, magnesio y potasio.
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Hidrátate bien y limita el consumo de alcohol.
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Consulta médica si:
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El adormecimiento es frecuente o progresivo.
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Va acompañado de dolor, debilidad o dificultad para mover las extremidades.
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Tienes antecedentes de diabetes, presión alta o problemas neurológicos.
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Conclusión
El adormecimiento de pies y manos puede ser una señal del cuerpo que no debe ignorarse. Aunque muchas veces es algo temporal, si se vuelve recurrente es importante buscar atención médica para identificar la causa y recibir el tratamiento adecuado. Un estilo de vida saludable y chequeos regulares son clave para mantener una buena salud nerviosa y circulatoria.